Los dos gigantes de la televisión abierta se quiebran y no se observa remedio que pueda salvarlos en su esquema tradicional de negocios. Difícilmente, en los próximos seis años, podría llegar en su rescate un gobierno que predica la austeridad y que ha sido reiteradamente criticado, descalificado y agredido por los medios de comunicación convencionales.
Ciudad de México, 28 de octubre (SinEmbargo).- Atrapados en crisis financieras recurrentes, los dos gigantes de la televisión abierta en México, Televisa y Televisión Azteca, que durante décadas impusieron la agenda informativa e influyeron en forma importante en los gobiernos priistas y panistas, están en una franca caída que les conduce al abismo.
Hay tres causas muy identificables: la reducción brutal de las pautas publicitarias del gobierno federal, que disminuyeron más del 70 por ciento en promedio durante la administración del morenista Andrés Manuel López Obrador; el flujo creciente de la publicidad comercial hacia la televisión de paga y las plataformas digitales; y la permanente pérdida de audiencias, que han optado por buscar información y entretenimiento en internet.
En lo que está documentado hasta el quinto año de la administración de López Obrador, por las organizaciones Artículo 19 y Fundar, en comparación con el gasto publicitario de gobierno realizado por las dos administraciones que le antecedieron, el presupuesto en publicidad se redujo con respecto a la administración del panista Felipe de Jesús Calderón Hinojosa en un 67.97 por ciento y con respecto a la administración del priista Enrique Peña Nieto la reducción de las pautas publicitarias oficiales fue del 72.33 por ciento.
El buen ánimo con el que ambas cadenas televisivas apoyaban a los gobiernos panistas y priistas se explican por la generosidad de los dos anteriores gobiernos en el gasto publicitario destinado a Televisisa y a Televisión Azteca. Pero en general, las cantidades que se etiquetaron para lubricar la relación con los medios convencionales de comunicación fueron abundantes: Calderón Hinojosa gastó, en publicidad oficial, entre 2007 y 2012, más de 56 mil millones de pesos. Peña Nieto le superó por mucho, pues para publicidad oficial en medios de comunicación gastó más de 61 mil millones de pesos entre 2013 y 2018.
Sólo en los primeros cinco años de su gobierno, Calderón Hinojosa gastó en publicidad oficial más de 45 mil millones de pesos mientras que Peña Nieto dispuso de más de 52 mil millones de pesos. En el mismo periodo de cinco años, entre 2019 y 2023, López Obrador destinó para publicidad oficial 14 mil 500 millones de pesos, un 67.97 por ciento menos que Calderón Hinojosa y un 72.33 por ciento menos que Peña Nieto.
Uno de los factores que han llevado a la crisis a las cadenas de televisión abierta se explica al observar quienes fueron los más consentidos por las pautas publicitarias del gobierno federal durante los seis años del gobierno de Peña Nieto. Televisa recibió en total, durante los seis años de gobierno del priista más de 9 mil 991 millones de pesos, mientras que Televisión Azteca tuvo ingresos de dinero público por más de 5 mil 991 millones de pesos.
En contraste, durante los cinco primeros años de gobierno de López Obrador, Televisa sólo sumó publicidad por poco más de 1 mil 511 millones de pesos, apenas el 15.13 por ciento del total que recibió durante todo el sexenio de Peña Nieto, una disminución de ingresos de dinero público del 84.87 por ciento. Mientras que TV Azteca sólo tuvo en los cinco primeros años del gobierno de López Obrador un ingreso publicitario de gobierno de poco más de 1 mil 304 millones de pesos, apenas el 21.77 que le dio la administración de Peña Nieto, una reducción del 78.23 por ciento.
Desde el primer año del gobierno de López Obrador fue muy sevfero el impacto por la reducción de pautas publicitarias del gobierno federal a comunicadores y medios de comunicación. Información publicada por la Reviosta Contralínez el domingo 19 de julio del 2024 reseña que de los más 1,591 millones de pesos que por publicidad recibió Televisa en 2018, la caída por ese concepto en 2019 fue del 77.3 por ciento. Mientras que TV Azteca recibió en el último año de Peña Nieto más de 1,172 millones de pesos, pero en 2019 ese ingreso disminuyó un 7.4 por ciento. Mientras Peña Nieto gastó en publicidad oficial durante su último año de gobierno más de 9 mil millones de pesos; en el primer calendario de su gestión López Obrador gastó por ese mismo concepto poco más de 3 mil millones de pesos, un recorte del 64.8 por ciento.
Este jueves 24 de octubre del 2024 el Grupo Televisa anunció a sus inversionistas y a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) que Emilio Azcárraga Jean dejará de presidir el consorcio televisivo para atender una demanda de corrupción ante la justicia estadounidense.
Los ingresos de Grupo Televisa en el tercer trimestre del 2024 disminuyeron 6.4 por ciento anual, a 15,362 millones de pesos, debido principalmente a la caída de los ingresos de su negocio Sky. La facturación de Sky sumó 3,731 millones de pesos, una contracción de 13.2 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, de acuerdo con el reporte trimestral de la empresa publicado este jueves, refiere la agencia financiera Forbes en su plataforma digital.
Con respecto a la crisis recurrente de Televisa, el periódico Reforma publicó el 17 de octubre del 2023 que ante las expectativas de que no hubiese logrado equilibrar sus finanzas en el tercer trimestre del año pasado, las acciones de Grupo Televisa cayeron 7.77 por ciento, su peor variación en ocho meses, a 9.49 pesos cada una, el nivel más bajo den los más recientes 25 años, pues en junio de 1998 sus acciones se cotizaron en 8.70 pesos en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Sobre la otra cadena de televisión abierta, tres fondos de inversión estadounidenses, iniciaron un arbitraje contra México, bajo el marco del T-MEC, ante la negativa de TV Azteca, del empresario Ricardo Salinas Pliego, de pagar los adeudos que mantiene con ellos. El dueño de de ese grupo televisivo se niega a pagar los intereses de sus tenedores de bonos, lo que propició un arbitraje en contra de México, publicó el miércoles 23 de octubre del 2024 el periódio Reforma.
El diario capitalino resume el asunto así: 400 millones de dólares es el capital facilitado por inversionistas extranjeros a Televisión Azteca en 2017. Desde hace tres años TV Azteca no realiza pagos. Hasta la fecha, el adeudo reclamado ya asciende a 547 millones de dólares.
Los problemas que arrastra TV Azteca están latentes desde hace muchos meses. El 23 de marzo del 2023 el periódico Reforma publicó que las acciones de TV Azteca cerraron un día antes con una caída de 31.3 por ciento, a 49 centavos, tras la solicitud de acreedores para que la empresa sea declarada en bancarrota bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos.
PÉRDIDA AUDIENCIAS
Otro grave problema para los dos gigantes de la televisión abierta es que las audiencias están migrando, con mucha velocidad, hacia plataformas digitales y canales de televisión de paga. Las redes sociales tienen más atención que los medios convencionales de televisión abierta, radio y periódicos impresos, cuando la gente busca información confiable, como lo refleja la Encuesta Nacional de Cultura Cívica 2020. Y en México sigue creciendo el porcentaje de hogares que tienen acceso a internet, cuyos moradores buscan información en redes sociales. El Instituto Nacional de Telecomunicaciones registra en su más reciente informe publicado el 19 de junio del 2023, que el 68.5 por ciento de los hogares mexicanos tienen acceso a internet.
Otro factor que contribuye a la crisis de los dos gigantes de la televisión abierta es que las plataforma digitales cada día aumentan sus pautas publicitarias. El miércoles 18 de septiembre del 2024 el periódico capitalino El Economista publicó que los medios digitales tienen ya el 59.2 por ciento de toda la publicidad que se factura en México. Mientras que la televisión abierta epenas alcanza el 21.7 por ciento. Está documentado que desde 2017 el gasto en publicidad digital ha estado en permanente aumento. Y que en contraste, la caida de inversión en publicida en televisión abierta ha sido permanente desde el 2017.
Los dos gigantes de la televisión abierta se quiebran y no se observa remedio que pueda salvarlos en su esquema tradicional de negocios. Dificilmente, en los próximos seis años, podría llegar en su rescate un gobierno que predica la austeridad y que ha sido reiteradamente criticado, descalificado y agredido por los medios de comunicación convencionales.